domingo, 27 de febrero de 2022

Guerra en Ucrania


El jueves 24 de febrero las tropas rusas iniciaron  la invasión de Ucrania.


Desde este momento, centenares de cohetes  han sido lanzados contra toda clase de objetivos, se han producido cientos de muertos en los combates que han alcanzado incluso la central nuclear de Chernobil y centenares de miles de civiles han huido con todas sus pertenencias a buscar un lugar seguro fuera de Ucrania, en los paises vecinos de Polonia, Eslovaquia o Rumanía, causando un éxodo sin precedentes en Europa desde la segunda guerra mundial, mientras la población  superviviente permanece con cada vez más escasos recursos en los refugios antiaéreos


El domingo 27, durante el Angelus, en la Plaza de San Pedro, el Papa hizo un llamamiento a poner fin a los combates y a restablecer la paz en la castigada Ucrania.


El Papa recordó su invitación para que el 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, todos nos unamos en un día de oración y ayuno por la paz en Ucrania: "Un día para estar cerca del sufrimiento del pueblo ucraniano, para sentir que todos somos hermanos y para implorar a Dios el fin de la guerra", añadió.


Por otra parte, el Santo Padre hizo hincapié en que, quien hace la guerra se olvida de la humanidad:


"No parte del pueblo, no mira la vida concreta de las personas, sino que antepone a todo, los intereses partidistas y el poder. Se confía a la lógica diabólica y perversa de las armas, que es la más alejada de la voluntad de Dios. Y se aleja de la gente común, que quiere la paz; y que en todos los conflictos -la gente común- es la verdadera víctima, que paga en su propia piel las locuras de la guerra".


Por ello, Francisco dedicó un pensamiento especial a los ancianos que en este momento buscan refugio y a las madres que huyen con sus hijos


 Finalmente, con el corazón roto por lo que está ocurriendo en Ucrania y sin olvidar las guerras en otras partes del mundo, como Yemen, Siria, Etiopía; el Papa pidió nuevamente por la paz:


"¡Que callen las armas! Dios está con los que hacen la paz, no con los que usan la violencia. Porque quienes aman la paz, como dice la Constitución italiana, repudian la guerra como instrumento de agresión contra la libertad de otros pueblos y como medio de solución de las controversias internacionales", concluyó.





Webs de ayuda:










“DE LO QUE REBOSA EL CORAZÓN HABLA LA BOCA” – LECTIO DIVINA DEL DOMINGO VIII DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO C

 VERDAD – LECTURA

Evangelio Lc 6,39-45

39En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos una parábola: «¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? 40El discípulo no es superior a su maestro; el discípulo bien formado será como su maestro.

41¿Cómo es que ves la paja en el ojo de tu hermano si no adviertes la viga en el tuyo?  42¿Cómo puedes decir a tu hermano: Deja que saque la paja de tu ojo, tú que no ves la viga en el tuyo? Hipócrita, quita primero la viga de tu ojo, y entonces verás para quitar la paja del ojo de tu hermano».

43«No hay ningún árbol bueno que dé frutos malos, ni árbol malo que dé frutos buenos. 44El árbol se conoce por sus frutos. Porque no se cosechan higos de los espinos, ni se vendimian uvas de los zarzales. 45El hombre bueno saca el bien de la bondad que atesora en su corazón, y el malo saca el mal de la maldad que tiene, porque de la abundancia del corazón habla la boca».

El pasaje con el que hoy vamos a orar se encuentra enmarcado dentro del llamado “discurso de la llanura”; concretamente, después de que Jesús pasara la noche en oración, eligiera a los Doce y pronunciara las bienaventuranzas.

En el fragmento del evangelio de Lucas, que hoy nos ocupa, el evangelista pone de manifiesto las actitudes que debe tener el auténtico discípulo de Jesús, especialmente la manera en la que se tienen que comportar los líderes de las comunidades, que son quienes las guían. De tal manera que actúen con humildad, siendo consciente de sus limitaciones, de sus debilidades, y poniendo en marcha las acciones necesarias para crecer como seguidores de Jesús, sólo así podrán guiar a otros.

Es más antes de corregir a cualquiera de nuestros hermanos, nosotros hemos de conocer nuestra propia fragilidad e incapacidad y de esta manera poder ser más objetivos y misericordiosos con nuestro prójimo.

A continuación, en su discurso, Jesús, nos ofrece la imagen del árbol que da buenos frutos, para hacernos caer en la cuenta que lo más importante son las actitudes que nosotros tenemos en nuestro corazón. Únicamente partiendo desde la bondad y el amor, podremos dar frutos abundantes y buenos

Finaliza el pasaje que lo más importante es vivir lo que estamos predicando y ser coherentes con aquello que decimos creer y que anunciamos.

De cualquier manera, es necesario que en todo momento estemos vigilantes con respecto a nuestra manera de actuar y ser congruentes con nuestro seguimiento de Jesús. Nuestro actuar exterior debe coincidir con aquello que nosotros albergamos en el corazón.

CAMINO – MEDITACIÓN

• ¿Qué pasaje, versículo, frase o palabra te ha llamado más la atención, te ha gustado más, te ha tocado el corazón? ¿Qué quiere decirte Dios aquí y ahora, en este momento, con ello?

• Todos, de alguna manera, somos líderes o “guías” en nuestra vida diaria, ¿cómo crees que te comportas cuando actúas como tal?

• ¿Eres consciente de tus limitaciones, de tus debilidades antes de ponerte a guiar a otros? ¿Intentas de alguna forma intentar superar esas limitaciones y debilidades con la ayuda de Dios?

• ¿De qué manera corriges a tu hermano? ¿te posicionas desde la misericordia y el amor o por el contrario lo haces desde el juicio y la superioridad?

• ¿Qué actitudes albergas en tu corazón? ¿De qué lo alimentas?

• ¿Intentas estar en continua conversión para poder convertirte cada día más en un auténtico discípulo de Jesús?

VIDA – ORACIÓN

Señor, Jesús, nosotros hemos de corresponder fielmente a tu plan de salvación, tendiendo a nuestra propia santidad y llevando tu evangelio a todos los confines del mundo, especialmente a nuestro propio ambiente, en nuestro quehacer diario. Pero nos sentimos demasiado débiles, incapaces y limitados. Queremos comprometernos contigo, a estar en continua conversión, para poder ser verdaderos “guías” de nuestros hermanos, con tu mismo estilo de Maestro. Multiplica los frutos de nuestro testimonio cristiano para que con nuestras acciones llevemos a todos los que nos rodean tu amor y la misericordia del Padre. Amén.

“LA PALABRA REVELA EL CORAZÓN DE LA PERSONA”. LECTIO DIVINA DE LA PRIMERA LECTURA – DOMINGO VIII DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO C)

 VERDAD – LECTURA

Eclesiástico 27,4-7

4Al zarandear la criba queda la cascarilla; así los defectos del hombre cuando reflexiona. 5El horno prueba los vasos del alfarero; la prueba del hombre está en su conversación. 6El fruto del árbol indica su cultivo, así la conversación de un hombre revela su corazón. 7Antes que haya hablado no alabes a nadie, pues ésta es la piedra de toque del hombre.

La liturgia de hoy nos ofrece un fragmento del libro del Eclesiástico o Sirácida, perteneciente a la llamada literatura sapiencial. La cual se caracteriza por intentar mostrarnos la manera en la que hemos de vivir para ser felices; es, por así decir, el arte de vivir en el mundo; por supuesto desde una perspectiva religiosa, o lo que es lo mismo, teniendo en cuenta la voluntad de Dios y la alianza y el compromiso que éste ha establecido con el ser humano.

En el texto con el que estamos orando, Ben Sirá, autor del libro, quiere ayudarnos a caer en la cuenta de la manera en la que tenemos que conocer a las personas y evaluar su conducta, sin dejar de lado, por supuesto, el autoconocimiento.

Como podemos ver también en el evangelio, el ser humano manifiesta su verdadera naturaleza, lo que lleva en su interior y su sentimiento más profundo, en las acciones que realiza. Todo ello, este pasaje del Sirácida, nos lo ofrece a modo de frases cortas o máximas que nos ayudan incluso a memorizar el texto, acudiendo al lenguaje simbólico, por medio imágenes sacadas de la naturaleza o de la vida cotidiana: la criba, el horno, el fruto del árbol.

De la misma manera, que al zarandear la criba queda la cascarilla, cuando uno reflexiona verdaderamente acerca del comportamiento de los otros, o del suyo propio, se ponen de manifiesto nuestras debilidades, nuestras incoherencias, nuestras flaquezas; también, por supuesto, nuestras virtudes y fortalezas. Tanto una como otras hemos de tenerlas en cuenta para ir creciendo como personas y como seguidores de Jesús.

Del mismo modo, que al comenzar a hornear, el alfarero es capaz de percibir las imperfecciones de una vasija, cuando comenzamos a escuchar hablar a una persona somo capaces de advertir su intenciones más profundas: por la manera de expresarse, por la entonación de su voz, por su lenguaje no verbal, etc.

Por último, de igual forma que la calidad de un árbol de conoce por sus frutos, la categoría del ser humano se conoce por sus palabras y sus acciones.

Por tanto, y en conclusión, para conocer verdaderamente a una persona se hace imprescindible evaluar su modo de pensar, su modo de hablar, su modo de actuar.

CAMINO – MEDITACIÓN

  • ¿Qué pasaje, versículo, frase o palabra te ha llamado la atención, te ha tocado el corazón? ¿Qué sentimientos despierta en ti? ¿Qué querrá decirte Dios, aquí y ahora, en este momento con ello?
  • ¿De qué manera sueles tú intentar conocer y evaluar la conducta de las personas? ¿Sigues el modelo que nos ofrece el libro del Sirácida?
  • ¿Eres consciente de que las personas manifestamos nuestro interior en las acciones exteriores que realizamos?.
  • ¿Intentas, de alguna manera, conocerte primero a ti mismo, antes de evaluar el comportamiento de los demás? ¿Eres consciente de tu vulnerabilidad, de tus debilidades, de tus fragilidades? ¿Y también de tus fortalezas, puntos fuertes y talentos? ¿Procuras superarte, como persona y como cristiano, cada día?
  • ¿Te esfuerza por mantener una adecuada coherencia entre lo que piensas, sientes y haces?

VIDA – ORACIÓN

Salmo 111

1Doy gracias al Señor de todo corazón en la reunión de los hombres justos y en la asamblea general.

2Grandes son las obras del Señor, dignas de estudio para los que las aman.

3Su obra resplandece de esplendor y su justicia permanece para siempre.

4Él ha hecho memorables sus milagros, el Señor es misericordioso y lleno de ternura.

5Él da de comer a sus leales y recuerda siempre su alianza.

6Manifiesta a su pueblo el poder de sus obras, dándole la heredad de las naciones.

7Verdad y justicia son las obras de sus manos, todos sus preceptos son estables, 8inmutables por los siglos de los siglos, fundados en el derecho y la verdad.

9Envió a su pueblo la liberación y estableció para siempre la alianza: santo es su nombre y venerable.

10El temor del Señor es el principio de la sabiduría, los que la practican son gente lista: su alabanza permanece eternamente.

domingo, 20 de febrero de 2022

“AMANDO COMO EL PADRE” – LECTIO DIVINA DEL DOMINGO VII DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO

 VERDAD – LECTURA

Evangelio Lc 6,27-38

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Yo os digo a vosotros que me escucháis: amad a vuestros enemigos; haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen; orad por los que os calumnian. Al que te abofetea en una mejilla, ofrécele también la otra; a quien te quita el manto, dale también la túnica. Da a quien te pida y no reclames a quien te roba lo tuyo. Tratad a los hombres como queréis que ellos os traten a vosotros. Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tendréis? También los pecadores aman a quienes los aman. Y si hacéis el bien a los que os lo hacen, ¿qué mérito tendréis? Los pecadores también lo hacen. Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores para recibir de ellos otro tanto. Pero vosotros amada a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar remuneración; así será grande vuestra recompensa y seréis hijos del altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y con los malvados. Sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso. No juguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados. Perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; se os dará una buena medida, apretada, rellena, rebosante; porque con la medida con que midáis seréis medidos vosotros.

El evangelio que hoy nos presenta la liturgia, es uno de esos que sacados de contexto puede resultar, al menos, equívoco. ¿Por qué digo esto? Pues si yo, sin ninguna otra explicación, sin colocar el texto en su contexto, le lanzo a cualquier persona, a modo de dardo, la siguiente afirmación: “Al que te abofetea en una mejilla, ofrécele también la otra; a quien te quita el manto, dale también la túnica. Da a quien te pida, y no reclames a quien te roba lo tuyo”. Si yo lanzo semejante afirmación, como decía más arriba, sin explicación alguna, puedo estar dando a entender que Jesús pide a sus seguidores que no se defiendan ante una injusticia, que se dejen quitar los suyo, sin rechistar y que además, si alguien viene a robarme y me pide el reloj, le dé también la cartera.

Esto pasa con cualquier texto que sacamos de su contexto y que pronunciamos de manera aislada.

Creo que este texto debe ser acogido en su conjunto y sobre todo, teniendo en cuenta la afirmación del versículo 16: “Sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso”. Y fijándonos en que hay una afirmación que se repite en tan pocos versículos. Una vez: “Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian; bendecid a los que os maldicen; orad por los que os calumnian” (27b-28). Y otra vez: “Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar remuneración” (35a).

El texto es continuación del que orábamos el domingo pasado. Por tanto nos encontramos dentro de lo que los especialistas llaman el “sermón de la llanura”. El cual, como veíamos la semana pasada es el discurso programático de Jesús. En él, se dirige a sus discípulos y a toda la multitud que le estaba escuchando (cf. Lc 6,17).

Pero vayamos por partes, ¿Qué es ser misericordioso? Ser misericordioso, es sentir en el corazón las miserias del otro; sentir en mis entrañas las debilidades de mi prójimo; dejarme estremecer por las necesidades, la inconsistencia, la fragilidad de mi hermano. Sentir sus necesidades, su indigencia, su pobreza. De la misma manera que el Padre misericordioso hace conmigo.

Jesús no nos pide que seamos unos pusilánimes, unos apocados, unos cobardes… Nos pide que nos comportemos con nuestro prójimo de la misma manera que el Padre se porta con nosotros.

Pero además, a cualquiera de nosotros nos gusta que nos traten bien, que sean considerados, que nos ayuden… Pues, de la misma manera bebemos tratar nosotros a los demás: “Tratad a los hombres como queréis que ellos os traten a vosotros” (31).

Jesús lo que nos está pidiendo es que demos un paso más, que se nos distinga por nuestras acciones, pero sobre todo por el amor que ponemos en ellas. Un amor como el del Padre, que ama sin condiciones, que ama a pesar de, que ama siempre y sin esperar nada a cambio. Quiere que nuestro amor sea gratuito, independientemente de lo que el otro haya hecho por nosotros, o nos haya dado.

De esta manera, podremos ser capaces de dar y darnos sin medida; pero no por mérito propio, sino dejándonos transformar por el Espíritu en otro Cristo que va mostrando la misericordia del Padre.

CAMINO – MEDITACIÓN

• ¿Qué pasaje, versículo, frase o palabra te ha llamado más la atención, te ha gustado más, te ha tocado el corazón? ¿Qué quiere decirte Dios aquí y ahora, en este momento, con ello?

• ¿Cómo resuenan en ti las palabras del versículo 16: “Sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso”?

• ¿Qué significa para ti, ser misericordioso? ¿Cómo vives la misericordia en tu día a día?

• ¿Cómo es tu trato personal con aquellos que te encuentras cotidianamente? ¿Trasparentas de alguna manera a Jesús?

• ¿Cómo es el amor que sientes y manifiestas a tu prójimo?

• ¿De qué manera dejas trabajar al Espíritu para que vaya transformándote poco a poco, cada día?

VIDA – ORACIÓN

• Bendito y alabado seas, Padre, por la gran misericordia que nos tienes y nos muestras cada día.

• Gracias, Jesús, por mostrarnos el verdadero rostro del Padre y ofrecernos los medios para ser misericordiosos como él.

• Ayúdanos, Espíritu Santo a dejarnos transformar por ti, según nuestro modelo Jesucristo, Camino, Verdad y Vida.

martes, 15 de febrero de 2022

Miguel Angel Buonarotti


Quisiera empezar con una reflexión personal.
Hace unos años oí hablar del Sindrome de Stendhal, considerada  un trastorno psicosomático que alteraba de manera real la salud y la percepción de la realidad, y que podiá producirse por la contemplación de la belleza en determinadas obras de arte.

Personalmente siempre lo consideré poco menos que una tontería o una rareza.

Hasta que en el mismo año tuve el privilegio de acudir a dos lugares: La Orangerie, la Sala de Conciertos del Palacio Imperial de Viena, para escuchar un concierto de valses, y en segundo lugar en el Vaticano. Ambos lugares me causaron una profunda emoción, casi hasta las lágrimas, lo reconozco

Y ahí, ante la belleza hipnótica y a la vez indescriptible de una de las primeras obras que pueden contemplarse en él, la extraordinaria Pietà de Miguel Angel acabé creyendo sino en el Síndrome de Stendhal si que la belleza puede conmover y maravillar profundamente

La Pietà, la Piedad, de Miguel Angel Buonarotti es un grupo escultórico encargado en 1498, al entonces completamente desconocido y jovencísimo artista florentino de sólo 23 años. Fue contratada por el cardenal Saint Denis, embajador francés ante la Santa Sede, que no pudo verla en vida ya que falleció pocos días antes del plazo estipulado para su entrega,

La extraordinaria belleza de este grupo escultórico nos muestra en primer lugar una verdadera cumbre artística del arte del Renacimiento. Si doscientos años atrás Giotto perseguía incansable lograr la tridimensionalidad del arte, aquí Miguel Angel lo consigue de una manera completamente sublime, teniendo además el mérito extraordinario que este tema iconográfico, Jesús muerto en brazos de la Virgen nunca se había planteado.

Vasari, aún en vida de Miguel Angel dijo de ella

«Es una obra a la que ningún artífice excelente podrá añadir nada en dibujo, ni en gracia, ni, por mucho que se fatiguen, en fortaleza, en poder de finura, tersura y cincelado del mármol»

Cuando fue mostrada por vez primera en público causó una profunda impresión en todos los que la contemplaban. Se cuenta que Miguel Angel, deseoso de comprobar el impacto de la misma en el público, se mezclaba con los visitantes de la capilla de Santa Petronila, su primer emplazamiento. En una ocasión escuchó furioso como varios de ellos cuchicheaban entre sí, que era completamente imposible que algo tan hermoso hubiese podido ser concebido y realizado por un escultor de sólo 23 años. Indignado y desencajado por la cólera apartó a todos los visitantes, sacó su martillo y cincel y grabó sobre el pecho de la Virgen:

Michael A[n]gelus Bonarotus Florent[inus] Facieba[t]  
Miguel Angel Buonarotti, florentino, lo hizo 

Vasari dijo de esta obra y de Miguel Angel que podría entenderse sino como  sutilísima apariencia de crítica, si de una  evidente admiración,  que éste se había limitado a coger un trozo de mármol y a quitarle los pedazos sobrantes de las figuras que quería mostrar... Lo cierto es que Vasari reconoció que Miguel Angel había sido la culminación de un camino iniciado siglos atrás por Giotto y sus contemporáneos y que aquí llegaba a su mayor expresión que convertía a Miguel Angel en un gigante de su tiempo

De hecho como escultor las "Pietà" son un testimonio de la evolución de la fe de su autor.

En ella muestra de hecho un tema principal que va más allá incluso del aspecto religioso, como es el mostrar el  mayor drama que una madre puede tener en vida y es recoger en su pecho el cadáver de su hijo. 

Pero además muestra el ideal de belleza renacentista, al mostrar el rostro de la Virgen perpetuamente joven y hermosa, pero que  además  con toda su sensibilidad, nos ofrece la imagen de su tristeza absoluta y total desconsuelo en su mirada perdida por el momento de extremo dolor que está viviendo

Las formas de la Virgen son cuidadosamente anguladas, destacando todos los pliegues de su vestido y con su brazo izquierdo sosteniendo lleno de vida y  firmemente el cuerpo de Jesús, cujuyo brazo derecho cae inerte sin vida. Aquí la tridimensionalidad que tanto buscó Giotto alcanza toda su expresión

En futuros trabajos sobre el mismo tema Miguel Angel quiso encontrar todos los matices posibles de él. Hasta que llegó en 1564 a esculpir parte de la que se conoció como la Piedad Rondanini, cuyas características contrastaban con la Pietà original en el hecho de que aquí Jesús  es entregado a la Virgen estando el cuerpo casi en pie, como si mostrase el momento inmediatamente previo a la Pietà Original

En 1972 para horror del mundo, un demente australiano  atacó este monumento a martillazos, causándole importantes daños que tuvieron que ser reparados meticulosamente entre otras gracias a la existencia de una réplica exacta del original  en el cementerio de Medellín, Colombia. Desde entonces está protegida por un cristal antibalas y vigilada


En 1508 un Miguel Angel en la cima de su éxito y reconocimiento como artista multidisciplinar recibe el que quizá será el encargo más importante de su vida:  Decorar los frescos de la Capilla Sixtina en el Vaticano primero por Clemente VII y después por Julio II. Las dimensiones del espacio eran tan impresionantes que Miguel Angel se sintió tentado en rechazarlo, 

Tras multitud de pruebas, de ensayos y de rectificaciones, que lograron desesperar al Papa Julio II por la aparente imposibilidad del artista de ceñirse a unos plazos razonables y por tanto a un coste sensato, en 1121 quedó la obra finalmente acabada

Hoy es posible visitarla, pero desde los Museos Vaticanos y tras realizar visita una maratoniana y agotadora visita de diversas salas previas . El espacio de la Capilla Sixtina, donde se reunen en cónclave los cardenales para escoger al sucesor de San Pedro es enorme, sin duda mayor de lo que el visitante se imagina,  lo que nos permite intuir la enormidad del trabajo que tuvieron los artistas que lo decoraron, especialmente el  realizado por Miguel Angel que logró consumirle la salud tras años de batallar incansablemente con su perfeccionismo para lograr la mayor belleza posible

En 1965 una extraordinaria película, "El tormento y el extásis" muestra la envergadura de esas dificultades que supuso este encargo.

"Ni airado ni vengativo. Pero fuerte, bondadoso y lleno de amor" así dice el personaje encarnado por Charlton Heston cuando el Papa, magistral Rex Harrison le pregunta como ve a Dios.


La visita a la Capilla Sixtina y la impresionante cantidad de obras que se contemplan en ella merecen sin duda una revisión previa de la visita virtual que puede hacerse a través de a web del vaticano, par así poder obtener una perspectiva más apropiada de toda esta belleza, probablemente una de las obras cumbres del arte de todos los tiempos

Visita Virtual Capilla Sixtina 

Sin duda, el lugar en el que casi se siente el latido del corazón de la cristiandad, el lugar en el que los cardenales obtienen la inspiración del Espíritu para determinar el cargo de sucesor de San Pedro no podría tener un escenario mejor como es esta Capilla Sixtina, uno de esos lugares que realmente merecen la pena visitar en esta vida.

En ella casi podemos percibir no sólo la belleza de la Creación, sino que casi   podemos  sentir al Papa Julio refunfuñando bajo los andamios de la Capilla y gritándole al maestro;  

"-Cuando lo acabarás Miguel Angel?"

 y a éste respondiendo lacónico

  -"Cuando lo acabe!"

Gracias a su paciencia con el artista hoy tenemos una de las obras cumbres de la belleza humana.



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Imposible no recomendar una exposición que tendrá lugar en Madrid este mes de febrero y en la que se podrá hacer justamente aquello que no es posible hacer en su escenario habitual, la Capilla Sixtina, que es tener las pinturas mucho  más próximas para poder admirarlas con mayor detenmiento, en una experiencia única e inmersiva que posiblemente antes del verano se verá en Barcelona

domingo, 13 de febrero de 2022

“BENDITO EL HOMBRE QUE CONFÍA EN EL SEÑOR Y PONE EN ÉL SU ESPERANZA”. LECTIO DIVINA DE LA PRIMERA LECTURA – DOMINGO VI DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO C)

 VERDAD – LECTURA

Jeremías 17,5-8

5Esto dice el Señor: «Maldito el hombre que confía en el hombre, que en el mortal se apoya y su corazón se aparta del Señor. 6Es como un cardo en la estepa, que no siente cuando llega la dicha, porque arraiga en los lugares abrasados del desierto, en tierra salobre y despoblada.

7Bendito el hombre que confía en el Señor, y en el Señor pone su esperanza. 8Es como un árbol plantado junto al agua, que alarga hacia la corriente sus raíces; nada teme cuando llega el calor; su follaje se mantiene verde; en año de sequía no se preocupa, ni deja de producir sus frutos.»

Hoy, la liturgia nos ofrece un texto del profeta Jeremías muy relacionado con el evangelio. El profeta, después de poner de manifiesto el pecado de idolatría que el Judá está cometiendo continuamente, recoge una serie de sentencias de carácter sapiencial, cuyo tema de fondo es el de las falsas y verdaderas seguridades: ¿Dónde tenemos puesto nuestro corazón? Todo ello lo hace mediante el recurso al principio de las dos vías: el camino de la vida y la felicidad, y el camino de la muerte y la desgracia.

Jeremías nos indica dónde podemos encontrar la verdadera felicidad.

No es que el primero (hombre que confía en el hombre) esté obrando de manera malvada; el error de éste se encuentra en que confía o pone su seguridad excesivamente en sí mismo, en sus propias fuerzas, habilidades o recursos; su error está en creer que no necesita de nadie. De esta forma, se aleja de los demás, creyéndose indispensable, insustituible, vuelve la espalda a su prójimo y es incapaz de entrar en relación con él, es incapaz de ver las necesidades que pueda tener, es incapaz de salir a su encuentro. Es como el árbol que no da frutos, porque está mal plantado y enraizado.

Sin embargo, aquel que pone su confianza en Dios es consciente de sus debilidades, de su fragilidad, de su necesidad de contar con el prójimo. Ve sus capacidades como regalos de Dios, que necesita poner al servicio de los demás. Es consciente de la necesidad que tiene de los dones, cualidades y aptitudes de su prójimo. De esa manera, es capaz de salir al encuentro del otro y colaborar en la transformación del mundo, para que todos podamos vivir en paz, armonía, contribuyendo y colaborando en la construcción de un mundo mejor. Este es un árbol que, a pesar de las dificultades, produce fruto.

¿En quién o en qué tenemos puesta nuestra confianza?

CAMINO – MEDITACIÓN

  • ¿Qué pasaje, versículo, frase o palabra te ha llamado la atención, te ha tocado el corazón? ¿Qué sentimientos despierta en ti? ¿Qué querrá decirte Dios, aquí y ahora, en este momento con ello?
  • Ya nos lo preguntábamos en la primera parte de nuestra Lectio, pero es importante que meditemos sobre ello: ¿En quién o en qué tienes puesta tu confianza? ¿Dónde se encuentra tu corazón?
  • ¿Te crees imprescindible en tu vida cotidiana? Es distinto ser imprescindible a ser importante. Piensa en ello.
  • ¿Crees que necesitas de los demás para tu desarrollo personal, para tu crecimiento y para construir un mundo mejor?
  • ¿Pones al servicio de los otros tus habilidades, tus conocimientos, tus cualidades? ¿Acoges el saber, la experiencia y capacidades de los otros? ¿Eres capaz de trabajar con otros por el establecimiento del Reino?

VIDA – ORACIÓN

Salmo 1

1Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los injustos, ni anda por el camino de los extraviados, ni se sienta en el banco de los cínicos;

2sino que en la ley del Señor pone su amor y en ella medita noche y día.

3Es como un árbol a orillas del arroyo, que da el fruto a su tiempo, cuyas hojas no se marchitan nunca; en todo lo que hace sale bien.

4No así los injustos, no; son como paja que dispersa el viento.

5Los injustos no podrán resistir en el juicio ni los descarriados en la asamblea de los justos.

6Porque el Señor cuida el camino de los justos, pero el de los injustos lleva a la ruina.