viernes, 30 de octubre de 2020

508 aniversario de la Capilla Sixtina

 
Tal día como hoy, 31 de octubre, de 1512, se abría al público la Capilla Sixtina del Vaticano, mostrando por vez primera los impresionantes frescos pintados por Miguel Angel Buonarotti, sin duda, una de las obras maestras del arte de todos los tiempos , culminados tras cuatro años de agotador trabajo por el genio florentino.

De tan hermoso es muy difícil actualmente percibir toda la belleza de esta obra si se visita personalmente por lo que es recomendable disfrutar de ella a  través de la visita virtual que se puede hacer por internet en este enlace:

Visitarla, al menos una vez en la vida es una de las cosas que realmente merecen la pena para maravillarse ante esta belleza

 

jueves, 29 de octubre de 2020

Lectura 25/10/20 - 30º Tiempo Ordinario

 

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley? (San Mateo 22, 34-40)
Nuevamente, el evangelista nos presenta a los fariseos, esta vez agrupados y buscando como pillar a Jesús en alguna declaración que le desprestigie ante el pueblo y sea para ellos motivo de acusación. Un procedimiento utilizado en todos los tiempos, también en los nuestros, por los que, ceñidos a la letra, interpretan la Palabra de Dios escrita, y en boca de los hombres, con literalidad fría y sin espíritu, desconociendo u olvidando que “la letra mata más el Espíritu da vida”.
El proceder de Jesús no les gusta nada, les molesta y desmonta todas sus estanterías. En Él solo ven un hombre, un Maestro que puede equivocarse, contrariarse y contrariar la Ley. Así que, cuando le preguntan: ¿Cuál es el mandamiento principal de la Ley? Jesús responde, no como maestro conocedor de la Ley, sino como el Señor de la Ley, a la que ha venido a darle plenitud:
"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser." Este mandamiento es el principal y primero.
Pero no termina ahí su respuesta, sino que al mandamiento de Deuteronomio 6, 5 “Amar a Dios”, le une el de Levítico 19, 18:
El segundo es semejante a él: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Estos dos mandamientos sostienen la Ley
entera y los profetas.
Jesús asocia el mandamiento del amor a Dios con el mandamiento del amor al prójimo, y los presenta como inseparables. Y es que, la Alianza entre Yahvé y el pueblo de Israel tenía dos dimensiones: la vertical y la horizontal. La verticalidad de la fidelidad a Dios, y la horizontalidad del cuidado del prójimo.
La Antigua Alianza recordaba a los Israelitas que Dios los amaba y que ellos tenían que compartir ese amor con todo el pueblo, de la misma manera a como ellos se amaban a sí mismos.
Jesús, el nuevo Moisés del nuevo Pueblo de Dios (la Iglesia), con su sangre ha sellado una Nueva y eterna Alianza, la de la plenitud del amor de Dios manifestado en Él. Dios nos amó y ama sin medida, por encima de su Hijo, quien es su propia imagen y sustancia. La Nueva Alianza nos recuerda la plenitud del amor de Dios, manifestado en Jesús y experimentado en el Espíritu, y cambia el antiguo mandamiento de amar a Dios con todo el ser, y al prójimo como uno mismo, por la consecuencia de que ahora Dios vive en nuestro ser y es nuestro TODO. De ahí que ya no se trata de amar como nos amamos a nosotros mismos, sino como Jesús nos amó y ama. Esto es lo que demuestra ser maestros o discípulos testigos de su amor.
Feliz domingo y semana.
Joan Palero

Introducción al Antiguo Testamento - 1ª Charla

Introducción al Antiguo Testamento - 2ª Charla

Introducción al Antiguo Testamento - 3ª Charla

Introducción al Antiguo Testamento - 4ª Charla

Introducción al Antiguo Testamento - 5ª Charla

Introducción al Antiguo Testamento - 6ª Charla

Introducción al Antiguo Testamento - 7ª Charla

Introducción al Antiguo Testamento - 8ª Charla

Introducción al Antiguo Testamento - 9ª Charla

Javier Velasco-Arias

 

Apasionado de la Palabra


​El 15 de octubre de 2018 falleció Javier Velasco-Arias, a la edad de 62
años. Esposo, padre y abuelo de siete nietos, estos eran, y así lo
expresaba siempre, sus títulos más preciados. Era un hombre muy
familiar. Si a la familia le hablaba a menudo de la Biblia y de sus
actividades bíblicas, también en estas actividades hablaba muy a
menudo de su familia. Familia y Biblia eran sus dos pasiones.
 
Javier era licenciado en Teología Bíblica, profesor del ISCREB,
miembro de la Asociación Bíblica Española, coordinador del Seminario
Biblia y Pastoral, miembro de la Junta Directiva de la Asociación
Bíblica de Cataluña, coordinador del Secretariado de Animación
Bíblica de la Pastoral de la diócesis de Sant Feliu, cofundador y co-
coordinador de la Escuela de Animación Bíblica, miembro del Club
Fordis de Cornellà, autor de varias publicaciones y blogs digitales.
Natural de Medina del Campo (Valladolid), amaba enormemente
Cataluña, en la que residía desde 1967. Y a la vez vivía mirando hacia
todo el orbe, de manera especial a aquellos lugares del paisaje biblico: Había guiado varias peregrinaciones a Tierra Santa, a la Roma de los primeros cristianos   

Era un hombre culto, gran conocedor de la Palabra de Dios y, a la vez,
sencillo, lo que propició poner todo su vasto conocimiento bíblico al
servicio del pueblo. No se trataba solo de saber, sino de compartir.
Realmente no eran los conocimientos lo más importante, sino que
esos conocimientos reafirmaron su fe, el seguimiento de Jesús de
Nazaret y su generosa participación en la Iglesia desde la animación
bíblica de la pastoral.
 
Era un hombre fraterno, amable, acogedor, bien dispuesto a la larga
sobremesa, a la risa y las bromas, a cantar… Especialmente de risa
generosa, la compartía junto a la Palabra en todas sus conferencias,
charlas, cursos o clases.
 
Siendo como era muy consciente de su enfermedad crónica, era un
vitalista incansable de su labor de animación bíblica. Dos días antes
había presentado y moderado un fórum sobre la película Pablo, el
apóstol de Cristo, en Librería Paulinas de Barcelona, donde tantas
veces había participado de actos bíblicos y presentaciones de libros.
En la misa exequial presidida por Mons. Agustí Cortés se proclamó el
evangelio de Lucas: el pasaje de los discípulos de Emaús. Javier hizo
camino con Jesús, de Él escucho su Palabra y compartió su Eucaristía,
y después salió raudo y bien dispuesto a compartir con la comunidad
de creyentes.

jueves, 15 de octubre de 2020

Oraciones - Magnificat

 


Proclama mi alma
la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios,
mi salvador;
porque ha mirado la humillación
de su esclava.

Desde ahora me felicitarán
todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho
obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
–como lo había prometido a nuestros padres–
en favor de Abrahán
y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.