martes, 15 de febrero de 2022

Miguel Angel Buonarotti


Quisiera empezar con una reflexión personal.
Hace unos años oí hablar del Sindrome de Stendhal, considerada  un trastorno psicosomático que alteraba de manera real la salud y la percepción de la realidad, y que podiá producirse por la contemplación de la belleza en determinadas obras de arte.

Personalmente siempre lo consideré poco menos que una tontería o una rareza.

Hasta que en el mismo año tuve el privilegio de acudir a dos lugares: La Orangerie, la Sala de Conciertos del Palacio Imperial de Viena, para escuchar un concierto de valses, y en segundo lugar en el Vaticano. Ambos lugares me causaron una profunda emoción, casi hasta las lágrimas, lo reconozco

Y ahí, ante la belleza hipnótica y a la vez indescriptible de una de las primeras obras que pueden contemplarse en él, la extraordinaria Pietà de Miguel Angel acabé creyendo sino en el Síndrome de Stendhal si que la belleza puede conmover y maravillar profundamente

La Pietà, la Piedad, de Miguel Angel Buonarotti es un grupo escultórico encargado en 1498, al entonces completamente desconocido y jovencísimo artista florentino de sólo 23 años. Fue contratada por el cardenal Saint Denis, embajador francés ante la Santa Sede, que no pudo verla en vida ya que falleció pocos días antes del plazo estipulado para su entrega,

La extraordinaria belleza de este grupo escultórico nos muestra en primer lugar una verdadera cumbre artística del arte del Renacimiento. Si doscientos años atrás Giotto perseguía incansable lograr la tridimensionalidad del arte, aquí Miguel Angel lo consigue de una manera completamente sublime, teniendo además el mérito extraordinario que este tema iconográfico, Jesús muerto en brazos de la Virgen nunca se había planteado.

Vasari, aún en vida de Miguel Angel dijo de ella

«Es una obra a la que ningún artífice excelente podrá añadir nada en dibujo, ni en gracia, ni, por mucho que se fatiguen, en fortaleza, en poder de finura, tersura y cincelado del mármol»

Cuando fue mostrada por vez primera en público causó una profunda impresión en todos los que la contemplaban. Se cuenta que Miguel Angel, deseoso de comprobar el impacto de la misma en el público, se mezclaba con los visitantes de la capilla de Santa Petronila, su primer emplazamiento. En una ocasión escuchó furioso como varios de ellos cuchicheaban entre sí, que era completamente imposible que algo tan hermoso hubiese podido ser concebido y realizado por un escultor de sólo 23 años. Indignado y desencajado por la cólera apartó a todos los visitantes, sacó su martillo y cincel y grabó sobre el pecho de la Virgen:

Michael A[n]gelus Bonarotus Florent[inus] Facieba[t]  
Miguel Angel Buonarotti, florentino, lo hizo 

Vasari dijo de esta obra y de Miguel Angel que podría entenderse sino como  sutilísima apariencia de crítica, si de una  evidente admiración,  que éste se había limitado a coger un trozo de mármol y a quitarle los pedazos sobrantes de las figuras que quería mostrar... Lo cierto es que Vasari reconoció que Miguel Angel había sido la culminación de un camino iniciado siglos atrás por Giotto y sus contemporáneos y que aquí llegaba a su mayor expresión que convertía a Miguel Angel en un gigante de su tiempo

De hecho como escultor las "Pietà" son un testimonio de la evolución de la fe de su autor.

En ella muestra de hecho un tema principal que va más allá incluso del aspecto religioso, como es el mostrar el  mayor drama que una madre puede tener en vida y es recoger en su pecho el cadáver de su hijo. 

Pero además muestra el ideal de belleza renacentista, al mostrar el rostro de la Virgen perpetuamente joven y hermosa, pero que  además  con toda su sensibilidad, nos ofrece la imagen de su tristeza absoluta y total desconsuelo en su mirada perdida por el momento de extremo dolor que está viviendo

Las formas de la Virgen son cuidadosamente anguladas, destacando todos los pliegues de su vestido y con su brazo izquierdo sosteniendo lleno de vida y  firmemente el cuerpo de Jesús, cujuyo brazo derecho cae inerte sin vida. Aquí la tridimensionalidad que tanto buscó Giotto alcanza toda su expresión

En futuros trabajos sobre el mismo tema Miguel Angel quiso encontrar todos los matices posibles de él. Hasta que llegó en 1564 a esculpir parte de la que se conoció como la Piedad Rondanini, cuyas características contrastaban con la Pietà original en el hecho de que aquí Jesús  es entregado a la Virgen estando el cuerpo casi en pie, como si mostrase el momento inmediatamente previo a la Pietà Original

En 1972 para horror del mundo, un demente australiano  atacó este monumento a martillazos, causándole importantes daños que tuvieron que ser reparados meticulosamente entre otras gracias a la existencia de una réplica exacta del original  en el cementerio de Medellín, Colombia. Desde entonces está protegida por un cristal antibalas y vigilada


En 1508 un Miguel Angel en la cima de su éxito y reconocimiento como artista multidisciplinar recibe el que quizá será el encargo más importante de su vida:  Decorar los frescos de la Capilla Sixtina en el Vaticano primero por Clemente VII y después por Julio II. Las dimensiones del espacio eran tan impresionantes que Miguel Angel se sintió tentado en rechazarlo, 

Tras multitud de pruebas, de ensayos y de rectificaciones, que lograron desesperar al Papa Julio II por la aparente imposibilidad del artista de ceñirse a unos plazos razonables y por tanto a un coste sensato, en 1121 quedó la obra finalmente acabada

Hoy es posible visitarla, pero desde los Museos Vaticanos y tras realizar visita una maratoniana y agotadora visita de diversas salas previas . El espacio de la Capilla Sixtina, donde se reunen en cónclave los cardenales para escoger al sucesor de San Pedro es enorme, sin duda mayor de lo que el visitante se imagina,  lo que nos permite intuir la enormidad del trabajo que tuvieron los artistas que lo decoraron, especialmente el  realizado por Miguel Angel que logró consumirle la salud tras años de batallar incansablemente con su perfeccionismo para lograr la mayor belleza posible

En 1965 una extraordinaria película, "El tormento y el extásis" muestra la envergadura de esas dificultades que supuso este encargo.

"Ni airado ni vengativo. Pero fuerte, bondadoso y lleno de amor" así dice el personaje encarnado por Charlton Heston cuando el Papa, magistral Rex Harrison le pregunta como ve a Dios.


La visita a la Capilla Sixtina y la impresionante cantidad de obras que se contemplan en ella merecen sin duda una revisión previa de la visita virtual que puede hacerse a través de a web del vaticano, par así poder obtener una perspectiva más apropiada de toda esta belleza, probablemente una de las obras cumbres del arte de todos los tiempos

Visita Virtual Capilla Sixtina 

Sin duda, el lugar en el que casi se siente el latido del corazón de la cristiandad, el lugar en el que los cardenales obtienen la inspiración del Espíritu para determinar el cargo de sucesor de San Pedro no podría tener un escenario mejor como es esta Capilla Sixtina, uno de esos lugares que realmente merecen la pena visitar en esta vida.

En ella casi podemos percibir no sólo la belleza de la Creación, sino que casi   podemos  sentir al Papa Julio refunfuñando bajo los andamios de la Capilla y gritándole al maestro;  

"-Cuando lo acabarás Miguel Angel?"

 y a éste respondiendo lacónico

  -"Cuando lo acabe!"

Gracias a su paciencia con el artista hoy tenemos una de las obras cumbres de la belleza humana.



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Imposible no recomendar una exposición que tendrá lugar en Madrid este mes de febrero y en la que se podrá hacer justamente aquello que no es posible hacer en su escenario habitual, la Capilla Sixtina, que es tener las pinturas mucho  más próximas para poder admirarlas con mayor detenmiento, en una experiencia única e inmersiva que posiblemente antes del verano se verá en Barcelona

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