domingo, 7 de febrero de 2021

“¡ESCÚCHAME, SEÑOR!” LECTIO DIVINA DE LA PRIMERA LECTURA – DOMINGO V DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO B


 

VERDAD – LECTURA

Job 7,1-4.6-7

Job habló diciendo: 1 ¿No es un servicio la vida del hombre en la tierra? ¿No son sus días, días de jornalero?

 2 Como el esclavo suspira por la sombra, como obrero que espera su salario, 3 así meses de aflicción me han caído en herencia, me han tocado noches de dolor.

 4 Al acostarme, digo: “¿Cuándo llegará el día?”. Y al levantarme: “¿Cuándo será de noche?”. Y, presa de zozobras, doy vueltas hasta el crepúsculo.

6 Mis días huyen más raudos que la lanzadera; se esfuman sin ninguna esperanza.

 7 Recuerda que mi vida es un soplo, que mis huesos no volverán a ver la dicha.

La liturgia de este domingo nos ofrece en la primera lectura un fragmento del libro de Job. Un libro que trata de explicarnos el sufrimiento no merecido. Y en el que su protagonista a pesar de todos los acontecimientos y circunstancias que vive tan adversas, no deja en ningún momento de confiar en Dios. Dios saldrá a su encuentro en el momento oportuno y consolará su aflicción.

Nos encontramos hoy como Job, en una especie de conversación consigo mismo, se dirige a Dios para hacerle ver cómo se siente a causa de la situación de angustia y adversidad que está viviendo.

En esa conversación Job revela de aluna forma el gran sufrimiento que está sintiendo, incluso a nivel físico. Y como, en algún momento, le flaquean las fuerza para continuar la batalla de la vida. Tal es su desesperación que piensa que la dicha no volverá a su existencia.

En estas circunstancias tan adversas es cuando invoca a Dios para que Él venga en su ayuda. Los versículos que hoy estamos meditando dejan la cuestión abierta. Pero sabemos, que al final del libro, las súplicas de Job son escuchadas, y es entonces cuando hace una verdadera experiencia de la misericordia de Dios.

Cuando acudimos a Él, siempre responde a nuestras plegarias, aunque es posible que no lo haga en el momento que nosotros queremos, sino en el momento oportuno.

Así que acudamos a Dios en nuestras necesidades, en nuestras dificultades, en nuestras tristezas. El vendrá en nuestra ayuda.

CAMINO – MEDITACIÓN

  • ¿Qué pasaje, versículo, frase o palabra te ha llamado la atención, te ha tocado el corazón? ¿Qué sentimientos despierta en ti? ¿Qué querrá decirte Dios, aquí y ahora, en este momento con ello?
  • ¿Cómo afrontas tus momentos de dificultad, de sufrimiento, de incertidumbre, ?
  • ¿En dichos momentos pones tu confianza en Dios?
  • Recuerda los momentos en los que Dios a salido a tu encuentro precisamente para ayudarte en tus dificultades.

VIDA – ORACIÓN

Salmo 86

1 Escúchame, Señor, atiéndeme, pues soy pobre y desdichado;

2 guarda mi vida, pues soy tu amigo; tú eres mi Dios, salva a este siervo tuyo que en ti espera;

3 ten piedad de mí, Señor, pues te estoy llamando a todas horas;

4 alegra el corazón de este siervo tuyo, pues hacia ti, Señor, levanto mi alma.

5 Señor, tú que eres bueno y que perdonas, lleno de piedad para los que te invocan,

6 escucha mi plegaria, Señor, atiende a la voz de mi súplica;

7 en el día de mi angustia yo te llamo porque tú siempre me escuchas.

[…]

 5 Tú, Señor, misericordioso y compasivo, paciente y lleno de amor y de lealtad,

16 ven conmigo, ten compasión de mí; da tu fuerza a este tu siervo, salva al hijo de tu sierva,

17 dame una prueba de tu amor, para que mis enemigos lo vean y se avergüencen, pues tú, Señor, me ayudas y consuelas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario