Adviento viene del latín “ad-venio”, que quiere decir “venir, llegar”. El Adviento está dividido en dos partes, la primera se extiende hasta el 16 de diciembre y se centra en evocar la segunda venida del Mesías. La segunda parte se desarrolla entre el 17 y el 24 de diciembre y se centra en reflexionar concretamente sobre el nacimiento de Jesús y su irrupción en la historia del hombre en Navidad.
En el primer domingo, se indica que comiencen una oración sin ninguna vela encendida. Con un ambiente recogido y poca luz, es recomendable además colocar una imagen de la Virgen al lado de la corona, con un cirio a sus pies. De esta vela se puede tomar la llama para encender así la primera vela de la corona.
Hoy, al iniciar el Adviento, comenzamos un nuevo año litúrgico. El Adviento es un tiempo especial de preparación y espera. Iremos encendiendo, semana tras semana, las cuatro velas de esta corona como un símbolo de nuestra gradual preparación para recibir al Señor Jesús en la Navidad. Las luces de las velas nos recuerdan que Él es la Luz del mundo que irrumpe en el mundo para disipar las tinieblas. El color verde que caracteriza a la corona simboliza la vida y la esperanza que Él, Dios hecho niño, viene a traernos.
Lector: Lectura del libro del profeta Isaías: “Levántate, brilla, Jerusalén; que llega tu luz y la gloria del Señor amanece sobre ti. Pues mira cómo la oscuridad cubre la tierra, y espesa nube a los pueblos, mas sobre ti amanece el Señor y su gloria sobre ti aparece”.
: Nos recogemos unos instantes en silencio e inclinando nuestras cabezas vamos a pedir que el Señor bendiga esta corona de Adviento. Oremos...