domingo, 17 de abril de 2022

LECTIO DIVINA DE LA PRIMERA LECTURA – DOMINGO DE PASCUA DE RESURRECCIÓN (CICLO C

 

VERDAD – LECTURA

Hechos 10,34a.37-43

34En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: 37«Vosotros conocéis lo que ha pasado en Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicó Juan: 38cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y llenó de poder a Jesús de Nazaret, el cual pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el demonio, porque Dios estaba con él. 39Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en el país de los judíos y en Jerusalén. Ellos lo mataron, colgándolo de un madero. 40Pero Dios lo resucitó al tercer día y le concedió que se manifestase 41no a todo el pueblo, sino a los testigos elegidos de antemano por Dios, a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección de entre los muertos; 42y nos encargó predicar al pueblo y proclamar que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos. 43Todos los profetas testifican que el que crea en él recibirá, por su nombre, el perdón de los pecados».

Durante el tiempo pascual, vamos a orar con el libro de los Hechos de los Apóstoles en la primera lectura. Así que vamos a hablar un instante sobre él antes de adentrarnos en la lectura que la liturgia nos ofrece.

Como muchos de vosotros sabéis, este libro, junto con el tercer evangelio ha sido atribuido por la tradición a Lucas. Fue escrito en el último tercio del siglo I y es, por así decir, la segunda parte del evangelio antes citado. En él, se nos narra el día a día de las primeras comunidades cristianas. Su autor fue recopilando datos y fuentes diversas que él luego elabora según su estilo y los destinatarios de la obra. Los grandes protagonistas del libro, no cabe duda que, son el Espíritu Santo y la Iglesia naciente.

En el pasaje que hoy nos ofrece la primera lectura, se nos presenta el primer anuncio de la salvación, por parte del apóstol Pedro. En dicho anuncio, el Apóstol hace un recorrido resumido por la vida de Jesús, de la cual él ha sido testigo, junto con los demás discípulos. Por primera vez, el evangelio llega a los paganos, más abiertos y predispuestos a escuchar el mensaje de salvación que los propios judíos.

Pero no sólo anuncia los milagros, curaciones o acciones de Jesús; sino que anuncia que Jesús es el Mesías esperado y que ha sido resucitado de entre los muertos por Dios Padre. Esta experiencia pascual de los discípulos es la que hace que ellos se atrevan a llevar las palabras del Maestro a todos los confines de la Tierra.

Tan intensa fue esa experiencia, tan vital y tan real que han comido y bebido con él y Jesús se ha manifestado a ellos para enviarlos a anunciar la Salvación. Y todo aquel que crea en Él recibirá, por su nombre, el perdón de los pecados.

CAMINO – MEDITACIÓN

  • ¿Qué pasaje, versículo, frase o palabra te ha llamado la atención, te ha tocado el corazón? ¿Qué sentimientos despierta en ti? ¿Qué querrá decirte Dios, aquí y ahora, en este momento con ello?
  • ¿Cómo es tu experiencia de Jesús resucitado? ¿Estás dispuesto a abrir tu corazón a la Palabra de Dios?
  • ¿Intentas cada día conocer más y mejor a Jesús de Nazaret para poder anunciar su Palabra a todos los que te rodean?
  • Jesús, también, te envía a ti anunciar su Palabra y dar testimonio de su Resurrección, ¿De qué manera intentas anunciarlo en tu vida cotidiana?

VIDA – ORACIÓN

Salmo 118

1¡Aleluya! Dad gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor.

2Diga la casa de Israel: es eterno su amor.

3Diga la casa de Aarón: es eterno su amor.

4Digan los fieles del Señor: es eterno su amor.

5En mi angustia clamé al Señor, él me atendió y me dio respiro.

6El Señor está conmigo; de nada tengo miedo, ¿qué puede hacerme el hombre?

7El Señor está conmigo, él es mi apoyo, yo veré derrotado a mi enemigo.

8Mejor es refugiarse en el Señor que fiarse del hombre;

9mejor es refugiarse en el Señor que fiarse del jefe.

[…]

21Te doy gracias porque me has escuchado, a ti te debo la victoria.

22La piedra que desecharon los constructores se ha convertido en piedra angular;

23esto ha sido obra del Señor, una maravilla a nuestros ojos.

24Éste es el día que el Señor ha hecho; sea nuestra alegría y nuestro gozo.

[…]

28Tú eres mi Dios, yo te doy gracias; Dios mío, yo te ensalzo.

29Dad gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor.

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