sábado, 6 de febrero de 2021

Comentario a las lecturas del V Domingo del Tiempo Ordinario (Ciclo B) de nuestro colaborador Joan Palero (Valencia)


 Comentario a las lecturas del V Domingo del Tiempo Ordinario (Ciclo B) de nuestro colaborador Joan Palero (Valencia)

 
Domingo, 7 de febrero - 2021 – “Año de San José”
5º Tiempo Ordinario (ciclo B)
Marcos 1, 29-39
Tras el encuentro con Jesús, y la escucha de su llamado: “Venid conmigo, …”, aquellos pescadores iniciaron una nueva vida de relación ininterrumpida con Él.
Me gusta cómo el evangelista, san Marcos, narra los acontecimientos de manera ordenada y seguida. Usando palabras o expresiones, como: a continuación, después, al instante, entraron, cuando salieron, al anochecer, cuando amaneció …, dando a entender que seguir Jesús es un acto continuo y sin interrupciones.
21. Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar… 29. Cuando salió de la sinagoga se fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés.
Aquellos primeros seguidores lo tenían claro, habían entendido el llamado de Jesús. No pensaron en ser discípulos a tiempo parcial, de sábados y sinagoga, sino de todos los días, en todo lugar y, en todas las áreas de la vida. Esta era la respuesta que Jesús esperaba para poder iniciar un nuevo tiempo, una nueva etapa en la que desarrollar, no una nueva religión, sino una relación mutua de Dios con la humanidad.
El que escondidamente habitaba el templo, y al que Israel servía sin conocer, ahora daba a conocer su rostro en Jesús, y a través él, Dios mismo entraría en sus vidas y en sus casas. Con su presencia, las personas y las familias se convertirían en templos abiertos, sin horarios al público, donde Dios serviría a los hombres y, éstos, aprenderían a servirle a Él y a sus prójimos.
30. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y le hablan de ella.
Qué ventajoso es tener a Jesús en casa, poder dialogar con él, y ver cómo se va haciendo cargo de todo aquello que en realidad cada morador necesita. Lo más grande que podemos hacer por los nuestros, es llevar a Jesús a casa.
31. Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó. La fiebre la dejó y ella se puso a servirles.
Cuantas fiebres, propias de este mundo, mantienen a las personas postradas, inactivas, enfermas de infelicidad, viviendo, pero sin sentirse vivos. Cuando la Vida nos da la mano, nos levanta, nos hace sentir que vivir es servir. Jesús es esa Vida que ha venido, no para ser servido, sino para servir. El mejor indicador de una buena salud interna es cuando la experiencia de Dios se traduce en servicio libre, alegre y abierto.
32. Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados;
33. la ciudad entera estaba agolpada a la puerta.
Aquellos pescadores estaban aprendiendo, empezando a entender que el secreto para ser pescadores de hombres, más que en sus palabras o estrategias, estaba en la presencia de Jesús entre ellos y en su espíritu de amor y servicio.
Aquél mismo día, cuando con la puesta del sol cesaba la inactividad de las observancias sabáticas, ajenas e ineficaces a las necesidades de la gente, aquella casa se convirtió en el punto de mira, en un espacio para el servicio activo y eficaz.
34. Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios. Y no dejaba hablar a los demonios, pues le conocían.
En el evangelio de este domingo, Jesús habla muy poco, pero cura a muchos. Y algo también muy importante es, que hace callar a los espíritus que, conociéndole, en lugar de cambiar y adaptarse al conocimiento que tienen, lo único que hacen es hablar.
35. De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración.
36. Simón y sus compañeros fueron en su busca;
37. al encontrarle, le dicen: 'Todos te buscan.'
Jesús no es Hombre de encerrarse en casa, es Dios en salida y a la búsqueda de todos los hombres. No es de quedarse a engordar y peinar las ovejas del corral, sino de salir y buscar a las más necesitadas y perdidas. Los discípulos podían contentarse con el éxito aparente de que “todos” buscaran a Jesús, pero para Él, todos significa TODOS.
38. Él les dice: 'Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido.'
39. Y recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios.
¿Quiénes son todos, para mí? ¿Madrugo, salgo? ¿Busco la dirección del Espíritu para alcanzarlos?
 
Joan Palero

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