sábado, 19 de junio de 2021

Comentario al Evangelio del Domingo XII del Tiempo Ordinario (ciclo b) de nuestro colaborador Joan Palero (Valencia)




“Dejémonos sorprender por la novedad que sólo Cristo puede dar”
(Papa Francisco - 17 abril, 2017

Los protagonistas de las lecturas de hoy: Job, el salmista, san Pablo, y los discípulos que acompañan a Jesús en la barca; han sido fuertemente sorprendidos por Dios.
La Palabra de Dios le muestra a Job que Dios es Creador y Señor de la creación. Y reconociendo las limitaciones humanas, deja de cuestionar a Dios, depositando en Él su confianza.

La eterna misericordia de Dios ha sorprendido al salmista, ha cambiado su angustiosa tribulación por paz y bonanza.
San Pablo es sorprendido por un amor que, en adelante, le apremia: el amor de Cristo. Amor hasta el extremo que todo (personas y cosas) lo transforma y cambia.
Hasta los discípulos son tan fuertemente sorprendidos, por el poder de la Palabra de Jesús, que exclaman: «¿Pero quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!»

Y es que, por mucho que pensemos conocer a Jesús, nunca dejará de maravillarnos y sorprendernos si, en verdad, queremos y dejamos que nos sorprenda.
Cuando Jesús es el Señor, no hay lugar para el orgullo de tantas y tantas olas.
Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado. (2 Cor 5,14-17)
“Él siempre puede, con su novedad, renovar nuestra vida y nuestra comunidad y, aunque atraviese épocas oscuras y debilidades eclesiales, la propuesta cristiana nunca envejece.” (Evangelii Gaudium 11)

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