VERDAD – LECTURA
Evangelio: Mc 6,1-6
Nos encontramos en la sinagoga de Nazaret, Jesús allí con sus discípulos, el sábado, se puso a enseñar. Sus paisanos estaban sorprendidos, se asombraban de su sabiduría. Estamos ante gente que le conocía muy bien, sus familiares, sus amigos de infancia y juventud, aquellos que le habían visto crecer. Hasta esta pequeña aldea de Galilea ha llegado la fama de Jesús como alguien que realiza prodigios o milagros, como queramos llamarlos.
La primera reacción de sus paisanos, como decíamos antes, es la de admiración u asombro. Sin embargo, inmediatamente les embarga la duda. Todos ellos le conocen bien. No es posible que el hijo del carpintero del pueblo, sea un enviado de Dios. Es el hijo de María. Todos ellos conocen perfectamente la formación que ha tenido, la vida que ha llevado, todos saben de qué familia proviene. Aunque haya marchado hace algún tiempo, y desde un punto de vista humano haya podido adquirir esa sabiduría; no, no puede ser, la gente no cambia tan radicalmente, no deja de ser el hijo de un artesano del pueblo.
Es precisamente esa falta de confianza, esa falta de fe, la que produce que Jesús no pueda hacer ningún signo salvífico, entre los habitantes de su pueblo. Sus paisanos están rechazando la oferta salvífica que Dios Padre quiere regalarles por medio de Jesús. Son precisamente sus prejuicios, sus ideas preconcebidas, su recelo lo que hace no ser capaces de acoger la salvación de Dios.
También Jesús se muestra sorprendido por su falta de fe. Pero es que, únicamente en su tierra es despreciado un profeta.
CAMINO – MEDITACIÓN
- ¿Qué versículo, frase, palabra ha llamado especialmente tu atención? ¿Qué sentimientos despierta en ti? ¿Qué querrá decirte Dios con ello en este momento concreto de tu vida?
- ¿En qué momentos te sorprendes a causa de la palabra de Jesús? ¿Te sorprende y asombra el evangelio?
- ¿Tienes momentos de duda con respecto a la Palabra de Dios? ¿La acoges, la meditas, la guardas en tu corazón e intentas ponerla en práctica?
- ¿En qué momentos de tu vida la Palabra te escandaliza? ¿Por qué crees que ocurre esto?
- Algunas personas han recibido la vocación de ser anunciadores de la Palabra de Dios. Cuando te encuentras con ellos y te interpelan, ¿te dejas llevar por tus prejuicios? ¿por tus ideas preconcebidas? ¿Miras si son de esta familia o de esta otra? ¿Si viste de esta o aquella manera? ¿Si, según tu criterio, es persona de cultura o no?
- ¿Estás dispuesto a acoger la salvación de Dios? ¿Cómo te vas a predisponer para ellos?
VIDA – ORACIÓN
Oración para pedir la gracia del Señor
Señor, somos muy poca cosa,
y te pedimos que alejes las tentaciones de nosotros.
Te pedimos que nos libres del mal,
y tú nos respondes diciéndonos
que ya tenemos suficiente con tu gracia.
¡Danos, Señor, un corazón abierto a tu gracia,
a tu fuerza para vencer el mal,
a tu misericordia y a tu perdón!
¡Haz que seamos capaces de reconocer que somos pecadores,
que no somos nada y no podemos hacer nada sin tu bondad!
Queremos ser humildes y reconocer que eres el Mesías, el Salvador.
¡Danos fe, Señor, para ser testigos tuyos en todo el mundo!
Si te damos la espalda, Señor, no servimos para nada.
Sabemos que tú eres el todo poderoso, que nos amas
y quieres que seamos tus testigos.
Por eso nos atrevemos a movernos por este mundo
poniendo amor en todo lo que hacemos,
poniendo paz en los lugares donde estamos,
siendo la luz que quieres que seamos entre los hombres.
Tú estás a nuestro lado en todo momento.
Esto nos hace fuertes, valientes y comprometidos con tu voluntad.
¡Ven, Espíritu Santo, para mantener y aumentar nuestra fe,
para hacernos perseverantes y pacientes, amorosos y humildes!
AMÉN.
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