VERDAD – LECTURA
Ezequiel 2,2-5
2En aquellos días, el espíritu entró en mí, me hizo tenerme en pie y pude escuchar a aquel que me hablaba.
3Él me dijo: “Hijo de hombre, yo te envío a los israelitas, a un pueblo de rebeldes, que se han rebelado contra mí, ellos y sus padres, hasta este mismo día. 4Hijos de cara dura y corazón de piedra son aquellos a quienes yo te envío. Les dirás: Esto dice el Señor Dios. 5Escuchen o no escuchen -puesto que son una raza de rebeldes-, sabrán que en medio de ellos se encuentra un profeta”.
Oramos con la narración de la llamada a ser profeta de Ezequiel. El cual había sido deportado, junto al pueblo de Israel por el Rey Joaquín a Babilonia (587 a. C.). La vocación que recibe es a ser profeta de esperanza, en medio de un pueblo de duro corazón. Israel se ha alejado de Dios y Éste se ha visto, casi, por así decir, obligado a intervenir de manera drástica para restaurar la relación con su Pueblo.
Ezequiel acoge y acepta dicha vocación, aunque tenga que anunciar un mensaje duro; pero ello dará pie a la conversión de los israelitas.
Yahveh se dirige a él como “hijo hombre”, en hebreo “Hijo de Adán”. Es decir, hecho de tierra, o lo que es lo mismo, frágil, débil, quebradizo. Pero el Espíritu de Dios ha sido derramado sobre él y le dará fuerzas para proclamar la Palabra de manera eficaz. Aunque, antes debe escucharla. Una lección para todos nosotros, antes de anunciar la Palabra, hemos de aprender a escucharla.D
La misión del profeta no es fácil, debe enfrentarse a un Pueblo de corazón endurecido, de dura cabeza y corazón obstinado, que ha roto su relación con Dios.
Pero, el Profeta se levanta y va a anunciar la Palabra, a tiempo y a destiempo, le escuchen o no.
CAMINO – MEDITACIÓN
- ¿Qué pasaje, versículo, frase o palabra te ha llamado la atención, te ha tocado el corazón? ¿Qué sentimientos despierta en ti? ¿Qué querrá decirte Dios, aquí y ahora, en este momento con ello?
- ¿En qué momentos de tu vida has roto tu relación con Dios? ¿Cómo te has sentido en esos momentos? ¿Qué has hecho para restaurar tu relación con Dios?
- Es posible que Dios te envíe a anunciar su Palabra para que aquellos que te oigan se conviertan, ¿estás dispuesto a aceptar esta llamada que Dios te hace?
- Antes de anunciar la Palabra, es imprescindible que aprendas a escucharla ¿estás dispuesto? ¿Qué acciones vas a emprender para ello?
- ¿Estás dispuesto a anunciar la Palabra de Dios a tiempo y a destiempo? ¿Te escuchen o no?
VIDA – ORACIÓN
Salmo 8
2¡Oh Dios, Señor nuestro, qué admirable es tu nombre por toda la tierra, tu majestad se asienta encima de los cielos!
3De los labios de los niños y de los que maman te has hecho una fortaleza frente al agresor, para reducir al enemigo y al rebelde.
4Cuando veo los cielos, obra de tus manos, la luna y las estrellas que creaste,
5¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano para que de él te preocupes?
6Apenas inferior a un dios lo hiciste, lo coronaste de gloria y dignidad;
7le diste el señorío de la obra de tus manos, bajo sus pies todo lo pusiste:
8ovejas y bueyes, todos juntos, y hasta las bestias del campo,
9las aves del cielo y los peces del mar, cuanto surca las sendas de las aguas.
10¡Oh Dios, Señor nuestro, qué admirable es tu nombre por toda la tierra!
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