domingo, 22 de agosto de 2021

“TAMBIÉN NOSOTROS SERVIREMOS AL SEÑOR” LECTIO DIVINA DE LA PRIMERA LECTURA – DOMINGO XXI DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO B)



 VERDAD – LECTURA

Josué 24,1-2a.15-17.18b

En aquellos días, 1Josué reunió a todas las tribus de Israel en Siquén. Convocó a los ancianos, jefes, jueces y escribas, y en presencia del Señor

 2 dijo a todo el pueblo: 15 Si no os parece bien servir al Señor, escoged hoy a quién queréis servir, si a los dioses a los que sirvieron vuestros padres al otro lado del río o a los dioses de los amorreos, cuya tierra ocupáis; yo y mi casa serviremos al Señor”.

 16 El pueblo respondió: “Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a otros dioses,

 17 porque el Señor es nuestro Dios; él nos sacó a nosotros y a nuestros padres de Egipto, de la casa de la esclavitud; ha realizado ante nuestros ojos estos grandes prodigios y nos ha protegido durante todo el camino que hemos recorrido y en todos los pueblos por los que hemos pasado. 18También nosotros serviremos al Señor, porque él es nuestro Dios”.

El libro de Josué narra la conquista y distribución de la tierra prometida. Una conquista en la que Dios mismo se compromete a estar al lado de su pueblo. Y una distribución en la que todo el pueblo debe participar, pues la tierra representa un don de Dios. En las páginas de este libro se refleja la fe de Israel en un Dios que desea estar cerca de su pueblo y establecer su reinado en medio de él.

La figura central de este libro es Josué, elegido por Dios como sucesor de Moisés, el cual será quien introduzca al pueblo en la tierra prometida. El nombre de Josué significa “el Señor salva”. Los judíos de lengua griega transformaron este nombre en Jesús, “el Salvador”. Aquel que verdaderamente nos salva a nosotros y a toda la humanidad.

En el pasaje con el que hoy oramos, nos encontramos con que el pueblo de Israel ya ha recibido la tierra. Dios se ha mostrado fiel a la promesa y a la alianza establecida con los israelitas.

Josué antes de morir reúne a todas la tribus de Israel en Siquén para despedirse.

Ahora es el mismo Israel quien tiene que tomar la iniciativa y decidir si continúa o no siendo fiel a la alianza con Dios. El pueblo decide ser fiel a la Alianza, pues Dios se ha mostrado cercano y benefactor de su pueblo, Por eso, el pueblo decide permanecer en esa fidelidad y no adorar a los dioses de los amorreos. Por supuesto, que Josué y su casa escogen seguir siendo fieles a la alianza con Yahveh.

Los que en aquel día, que Josué expresa como hoy, se adhirieron a la alianza, no son los mismos que atravesaron el desierto y fueron testigos directos de la acción de Dios en favor de su pueblo; son sus descendientes. Pero gracias a la experiencia de sus padre y a la transmisión, que les han hecho los mismos, de la misericordia y bondad de Dios, ellos pueden hacer la misma experiencia, basta que confíen en Yahveh y continúen fieles a la Alianza. También entre ellos y a favor de ellos Dios realizará grandes prodigios.

También nosotros hoy, si nos mantenemos fieles a la nueva alianza establecida en y por Jesucristo, si confiamos en él, si nos unimos a él para intentar vivir en medio de nuestra sociedad las actitudes vitales de Jesús, podremos experimentar la misericordia y el amor del Padre y transmitir esa misericordia y ese amor a todos los que nos rodean. En nuestras manos está, sabiendo que ¿a quién sino iríamos? Sólo las palabras de Jesús dan vida eterna. Y nosotros creemos y sabemos que él es el Santo de Dios.

CAMINO – MEDITACIÓN

  • ¿Qué pasaje, versículo, frase o palabra te ha llamado la atención, te ha tocado el corazón? ¿Qué sentimientos despierta en ti? ¿Qué querrá decirte Dios, aquí y ahora, en este momento con ello?
  • Dios ha realizado grandes prodigios en tu vida, te invitamos a hacer un repaso por todos esos acontecimientos en los que has sentido que Dios ha estado presente. ¿Cuándo se produjeron? ¿En qué circunstancias? ¿Cómo percibiste esa presencia de Dios? ¿Qué sentiste en aquellos momentos? ¿Cómo se transformó tu vida?
  • Al igual que el pueblo de Israel, tu tienes que afirmar también tu adhesión a Dios y estar firmemente convencido de la Alianza que Él establece contigo, con su Iglesia, con la humanidad. ¿Estás dispuesto a ello?
  • Eres consciente de que únicamente la Palabra de Jesús es Palabra de Vida. ¿Dedicas tiempo para escuchar y asimilar su Palabra de tal manera que te ayude a ir transformándote en mejor persona, en mejor cristiano?
  • Ser fiel a la Alianza con Dios y dejarnos transformar por la persona de Jesús implica el que tengamos que salir de nuestra “zona de confort”. ¿Cómo vives esto?
  • Nosotros como cristianos estamos llamados a anunciar a otros los grandes prodigios que Dios ha realizado en nuestro favor a lo largo de la vida, ¿de qué manera lo llevas a cabo?

VIDA – ORACIÓN

Salmo 105

1Dad gracias al Señor, invocad su nombre, publicad entre los pueblos sus proezas;

2cantad, entonad himnos en su honor, decid a las gentes sus milagros;

3estad orgullosos de su santo nombre, alegraos los que buscáis al Señor.

4Recurrid al Señor y a su poder, buscad siempre su rostro.

5Recordad los milagros que hizo, sus prodigios y las leyes que salieron de su boca,

6raza de Abrahán, su siervo, hijos de Jacob, su elegido.

7El Señor es nuestro Dios, sus leyes rigen en el mundo entero.

8Él se acuerda de su alianza eternamente, de la palabra dada, por mil generaciones;

9 del pacto que firmó con Abrahán, del juramento que hizo a Isaac,

10y que erigió en ley para Jacob, y en pacto eterno para Israel

11cuando dijo: “Te daré la tierra de Canaán como la parte de tu herencia”.

12Mientras ellos eran muy pocos, un puñado tan sólo de emigrantes,

13mientras iban y venían de nación en nación, de un reino a un pueblo diferente,

14no permitió a nadie que los oprimiera, y por ellos castigó a los reyes:

15”Guardaos de tocar a mis ungidos, no hagáis mal alguno a mis profetas”.


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